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Introducción

Los Pólenes constituyen el vehículo del gameto masculino de las plantas, que necesita ser transportado hasta el gameto femenino para fecundarlo y, consiguientemente asegurar la supervivencia de las especies vegetales. Para conseguir este objetivo, las plantas se valen fundamentalmente de dos estrategias, en función de las cuales se pueden clasificar en:

  • Entomófilas (del Griego Entomos = insecto) ➜ se reproducen por medio de los insectos. Estas suelen ser plantas con flores llamativas y vistosas, para atraer los insectos, y su polen suele ser bastante pegajoso. Así, cuando un insecto (ej: abejas) se posa en la flor para libar el néctar, el polen se queda pegado a los pelillos de las patas de la abeja. Cuando el insecto se posa en otra flor, deposita en ella el polen que lleva pegado, fecundando así la planta.
  • Anemófilas (del Griego Anemos = viento) ➜ se fecundan por medio del viento. Estas suelen ser plantas que no poseen flores vistosas (puesto que no tienen que atraer a los insectos), y se valen del viento para poder reproducirse. Por ello, suelen tener pólenes de pequeño tamaño, que se desprenden con facilidad y en grandes cantidades de la planta en cuanto sopla algo de aire y que son capaces de volar muy lejos (aerovagantes), permitiendo así la fecundación a distancia de otras plantas de su especie.

Muchas plantas tienen una forma de fecundación mixta (anemófila y entomófila).

A partir de aquí, y teniendo en cuenta que las personas se hacen alérgicas por respirar el polen que hay flotando en el aire, es fácil deducir una serie de aspectos interesantes:

  • Las plantas más importantes desde el punto de vista alergológico son las Anemófilas, puesto que son aquellas cuyo polen estará presente en el aire en mayor cantidad, y serán tanto más importantes cuanto más anemófilas sean. Así, las plantas de flores vistosas (Entomófilas tales como rosas, claveles, etc.) no suelen tener tanta importancia, puesto que su polen no vuela con tanta facilidad.
  • Los síntomas que con mayor frecuencia se producen en las personas alérgicas a los pólenes son de tipo respiratorio, puesto que esta es la vía a través de la cual el individuo entra en contacto con el polen: Conjuntivitis (picor de ojos, lagrimeo,…), Rinitis (estornudos, taponamiento de nariz, moqueo, picor de nariz,…), y síntomas respiratorios de vías bajas (tos, asma,…). A veces se puede producir también urticaria, hinchazón, etc.
  • En general (aunque no de forma exclusiva ni indefectible, dependiendo del tipo de planta), la primavera-verano suele ser la época peor para las personas alérgicas al polen puesto que es la época en la que polinizan la mayoría de las plantas.
  • Los días de viento son los días en los que las personan alérgicas a los pólenes suelen acusarlo más, porque serán días en los que las plantas anemófilas habrán liberado a la atmósfera mayor cantidad de polen. En las zonas costeras, serán sobre todo los días de viento «terral» (ej: viento de poniente en Levante, viento del sur en la zona norte de la península, viento del norte en la zona sur, etc.).
  • Los días de lluvia los alérgicos al polen suelen mejorar, puesto que la lluvia «limpiará» la atmósfera de polen.
  • Es probable que un paciente tenga más síntomas cuando se encuentre en una zona geográfica concreta donde existan muchas plantas de una especie a cuyo polen sea alérgico. Sin embargo ello no garantiza que cuando se encuentre lejos de esas zonas esté libre de riesgo de tener problemas, puesto que los pólenes de plantas anemófilas pueden ser transportados por el aire (aero-transportados) muchas decenas de kilómetros.
  • No existe una alergia genérica «al polen», sino que las alergias a los pólenes son específicas de cada planta: por ejemplo, hay personas alérgicas al polen del olivo, que toleran perfectamente el polen del abedul, personas alérgicas al polen de las gramíneas que toleran el polen del ciprés, etc. Por ello, para un correcto tratamiento, es fundamental el diagnóstico de cuál/es es/son el/los pólen/es responsable/s del problema del paciente, con el fin de poder instaurar el tratamiento específico.
  • El tratamiento específico de la alergia al polen son las Vacunas. Se ha demostrado que esta es una forma de tratamiento altamente eficaz para controlar a los pacientes alérgicos al polen, siempre que se haya diagnosticado correctamente cuál/es de el/ellos está/n más implicado/s en el problema del paciente, y se administre una Vacuna de alta calidad de forma regular y durante el tiempo suficiente.

BREVE DESCRIPCIÓN DE UN GRANO DE POLEN

Los granos de polen son estructuras microscópicas, de 10-60 micras (µm) de diámetro, por lo general redondeadas u ovaladas, en cuyo interior se encuentra el material reproductor. Para proteger dicho material, el grano de polen está recubierto por dos membranas protectoras: una externa (llamada EXINA) y otra interna más delgada (llamada INTINA)

Tanto la Intina como la Exina no son murallas infranqueables, ya que tienen que dejar pasar el material genético cuando la planta es fecundada. Ello ocurre a través de los POROS, o a través de surcos alargados (llamados COLPOS). Dependiendo del número de Poros que tenga un polen, se puede clasificar en Monoporado, Biporado, Triporado, Multiporado, etc., y si lo que tiene son Colpos, en Bicolporados, Tricolporados, etc. Con frecuencia los pólenes tienen a la vez Poros y Colpos, y en este caso de denominan Colporados (Monocolporados, Bicolporados, etc). Algunos pólenes no tienen poros ni colpos visibles, y se llaman «Inaperturados». Todo ello ayuda a distinguir al microscopio los distintos tipos de polen.

Además, la Exina (superficie exterior) tiene una textura y un relieve superficial muy diverso, y se tiñe fácilmente con colorantes, lo cual asimismo sirve para distinguir los pólenes al microscopio:

      

Hay muchas otras texturas como verrucosa, estriada, foveolada, perforada, rugulada, etc.

El tamaño de los pólenes también sirve para diferenciarlos. En función de su tamaño se clasifican en:

Muy pequeño ➜  < 10 µm de diámetro
Pequeño ➜ 10 – 25 µm de diámetro
Mediano ➜ 25 – 50 µm de diámetro
Grande ➜ 50 – 100 µm de diámetro
Muy Grande ➜ 100 – 200 µm de diámetro
Gigante ➜ > 200 µm de diámetro

Los pólenes se captan con un aparato captador como el de la fotografía adjunta. Este captador lleva una veleta que orienta la boquilla en la dirección de la que viene el viento. El aparato lleva además una bomba de vacío que aspira un flujo constante de aire a través de la boquilla, de forma que los pólenes impactan en una cinta plástica impregnada de vaselina que se encuentra situada en un cilindro que efectúa un giro completo cada semana.

Cada semana se cambia la cinta, y la cinta de la semana anterior se corta en fragmentos correspondientes a cada día de la semana. Cada fragmento se coloca en una placa de cristal, se tiñe con un colorante, se mira al microscopio y se identifican y cuentan los pólenes que se observan. De esta manera se pueden conocer, no sólo las concentraciones de cada polen observado (en granos por metro cúbico de aire), sino también el día e incluso la hora a la que dichas concentraciones se han producido.

En las páginas de los pólenes más alergénicos se hará una somera explicación de las características de las plantas más importantes en España desde el punto de vista alergológico y de sus respectivos pólenes. Podrán Vds. ver fotos de las plantas y de sus pólenes, y observar las diferencias y las similitudes entre ellos. Asimismo podrán ver los meses del año y las zonas de España con mayor cantidad de polen para cada grupo de plantas.